lunes, 13 de diciembre de 2010

VISITA AL GENIAL ESCULTOR JAUME MIR

El 31 de octubre de 2010 visité a este gran genio del arte, que a sus 95 años mantiene el mismo entusiasmo que tenía hace 12 años, cuando tuve la fortuna de conocerle el 24 de abril de 1998, al entrar en la Lonja para contemplar la exposición antológica de su obra. Es un ser muy afable, con el cual da gusto hablar. Me comentó que en aquel momento se estaba restableciendo de varios achaques importantes que pusieron en peligro su vida y que los médicos estaban sorprendidos de su increible capacidad de recuperación, añadiendo que con la rehabilitación diaria que le habían prescrito ya se encontraba mucho mejor, lo cual se apreciaba a simple vista.
Jaume Mir en su extraordinaria residencia del Paseo Mallorca

Se mostró muy disgustado y crítico con la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, que una y otra vez incumplía su promesa de abonarle el importe de la factura del monumento a Joanot Colom -destacado dirigente de las germanias en Mallorca-, que desde el 30 de marzo de 2003 se halla en la plaza que lleva su nombre en nuestra barriada. Este gran hombre recordó que, en su día, le dijo a Aina Calvo que si no quería esa escultura y no la pagaba, la donaría al Ayuntamiento de Felanitx, de donde era oriundo.
Un rincón maravilloso de su estudio

Tranquilicé a Don Jaime diciéndole que ese monumento iba a continuar en donde estaba, en Son Gotleu, que formaba parte de nuestras vidas y lo queríamos con nosotros, que nadie lo tocaría. Y que no se preocupara: si Aina Calvo no lo pagaba, lo haría el próximo consistorio, pues esta señora que se había indispuesto con gran número de ciudadanos, tenía fecha de caducidad en las elecciones de mayo de 2011.
La formidable escultura de Joanot Colom en Son Gotleu

A partir de ahí se calmó y tuvimos oportunidad de hablar de otras cosas. Estaba muy contento -sonreía cuando lo decía- de haber recibido la última medalla que le faltaba: la de Oro del Consell de Mallorca, a pesar de que ese día su estado de salud era muy delicado. Pero valía la pena. ¡Qué portento de la naturaleza!

No hay comentarios:

Publicar un comentario