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| El Bullaque, uno de los dos ríos de El Robledo. |
En memoria a los trabajadores
del campo de los años 50
Trabajadores de los años cincuenta
trabajasteis mucho y duro;
el que vive así lo cuenta
con detalle y muy seguro
La temporada de verano
siempre era muy fuerte,
todos los días madrugando
dejándolo cuando anochece
Los jornaleros de El Robledo
con buena casta, al trabajo
siempre quería ser el primero
trabajando a destajo
Mucho antes de venir el día
los carros iban rodando
para cuando el sol salía
en la era estaban descargando
Doce horas trabajaban
para ganar el jornal,
con ningún descanso contaban
hasta después de cenar
Para el que estaba casado
le quedaba el tiempo extra,
un poquito adormilado
cumplía con la parienta
En el tiempo de la siega
los mozos cómo sudaban,
las novias a la sombra más frescas
esta coplilla les cantaban
"Cuando cantaba la chicharra
madre mía qué calor,
estoy a la sombra asfixiada,
qué será mi amor al sol"
El progreso eran las manos,
el bienestar tus pulmones,
para poder aguantarlo
tener un par de coj...riñones
El tractor era el carro,
las hoces la cosechadora,
sacar limpio el grano
dándole a la ablentadora
El sombraje de la era,
el aire acondicionado,
el botijo, la nevera
con el agua como un caldo
Para antes de comer refrescarte
la tabla de la cogolla,
te bañabas a pelete,
te quedabas en la gloria
Los domingos era un día
como otro de trabajo,
el descanso no existía
para los hombres del campo
La mujer que estaba casada
también tenía mucho mérito,
porque con hijos y embarazada,
sola se criaba un huerto
Tenía que regar con los burros,
se paraban y andaban poco,
con los ojos tapados y un par de puros
daban más vueltas que un loco
San Pedro, el día de la Virgen y Santiago,
eran los tres días de descanso,
tantas ganas tenías de celebrarlos,
que se pasaba el día volando
FELICES FIESTAS de 2014
Severino Carrasco Martín
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